La Acepción de Personas en Las Congregaciones

Romanos 2:11

11 porque no hay acepción de personas para con Dios.




Amonestación contra la parcialidad
Santiago 2:2-9

2 Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, 3 y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; 4 ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos? 5 Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? 6 Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? 7 ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?

8 Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; 9 pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores. 

Meditación de la Palabra en mi vida: JOSE RIGOBERTO VALERIO (Casa de Paz, Asambleas de Dios Inc., El Factor, Prov. María Trinidad Sánchez).

Es preciso destacar en esta lectura lo que Santiago nos da a entender y que pena que hoy en día aun sigan pasando estas situaciones, de las acepciones de personas dentro de las iglesias, ya sea por una causa u otra; ya sea porque el Pastor(a) o Líder, no acepte en su sentir que ese hermano(a) tiene la capacidad de dirigir situaciones que Dios a puesto en sus manos y no le permiten o mejor dicho no le dan parte en los servicios o en los trabajos que tienen que ver con la obra del señor, estos Pastores(as) son capaces de mirar hacia otro lado, miran hacia un círculo que han construido a su alrededor, incluso llega a existir un nivel de condiciones para una participación en la ministración de la Palabra de Dios, se aplica el Evangelio del Diez....

Este Evangelio que hoy en día se vive en nuestras congregaciones tiene que ver con lo que es el Diezmo del hermano, si diezma tiene participación pero si no diezma lamentablemente no es digno de ministrar en ninguna área, como si se debería paga un peaje para que Dios nos use.

Amados hermanos, es necesario que los Líderes de hoy en día entiendan que hay que permitir que los siervos que Dios ha de usar, puedan tener la oportunidad de crecer sin miedo a nada que pueda hacer, recibir visiones que quizás por la forma de los líderes o pastores(as), el Señor no le haya querido entregarle, sino que está usando ese hermanito(a) de la Congregación para revelárcelo. Deje que su hermano(a) se desarrolle, de tal manera que el Señor se pueda Glorificar en toda la congregación. Recuerden que Jesucristo no vino a buscar a los sanos, sino que vino a buscar a los enfermos, aquellos hambrientos de justicia y de amor, se entrego para nuestra salvación llevó todos nuestros pecados a cuesta a la cruz del calvario y nos dio vida eterna sin mirar nuestro color o nuestra posición económica o los vínculos de amistad o familiar, Dios no hace acepción de personas, para Él somos iguales y nos ama en su infinito amor y misericordia.

Dios bendiga a cada persona que lea ésta humilde opinión. A continuación le dejo un artículo de un ministro que pude encontrar en Internet.

“Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia”.

Es una tristeza ver en nuestras congregaciones la acepción de personas que se da, yo no soporto la acepción de personas,sinceramente me repudia, pero siendo realista no puedo negar que este mal existe en nuestras congregaciones.

Es triste ver como pastores y líderes ciegan sus ojos para solo ver para un lado y no darse cuenta o mejor dicho no querer darse cuenta que al otro lado hay cientos de personas dispuestas a servir a Dios.

Quizá no tienen el mismo nivel económico o académico que algunos, pero dichos niveles no tienen nada que ver con las ganas de servir que una persona puede tener.

Que triste es ver que hay pastores y lideres que tienen un circulo intimo de tres o cuatro personas a quienes delega toda clase de privilegios, tal vez por la amistad que los une o simplemente por la simpatía que se tienen, esta clase de “pastores” y “lideres” difícilmente darán la oportunidad a personas que no estén en ese circulo intimo, porque para ellos solo existen los mismos.

¿No es acepción de personas eso?, claro que lo es, ¿Por qué se da?, pues por la simple y sencilla razón de que ellos no tienen un corazón de PASTOR o un corazón de LÍDER.

El Pastor no esta limitado en su visión y no ve solo para el mismo lugar, sino que esta pendiente de su rebaño y va observando el crecimiento que sus ovejas van teniendo.

Lastimosamente hay Pastores y Lideres que cuando ven a una persona que tiene mejores cualidades que ellos o simplemente son mas respaldados por Dios que ellos mismos, tienden a cerrar puertas y a hacer a un lado a estas personas, ¿Por qué?, pues porque no tienen corazón de PASTOR y mucho menos corazón de LÍDER.

Un verdadero Pastor o Líder espiritual es aquel que no hace acepción de personas, que ve por todos los lados posibles y permite el crecimiento de sus ovejas, sean quienes sean, sean de su circulo intimo o no, pues el no ve la afinidad de personas, sino que ve los talentos que Dios ha depositado en ellos.

Un verdadero LÍDER es aquel que ve entre sus ovejas personas capaces de realizar el trabajo que se les encomienden, que no importando nivel social o académico le dan la oportunidad que se merece.

¿Hasta cuando seguiremos haciendo acepción de personas en nuestras congregaciones?

¿Hasta cuando seguiremos cerrando puertas a las personas que son más capaces que nosotros?

¿Hasta donde pensamos llegar con dicha actitud?

¿Se agradara Dios de lo que hago?

¿Estoy siendo un buen Pastor o un buen Líder Espiritual?

¡Hay de aquellos que hacen acepción de personas! Porque Dios no tendrá al injusto por justo y recibirán un digno pago por sus acciones.

Amados hermanos, es hora de entender que somos un mismo cuerpo, que no podemos limitar a la mano, ni al pie, ni a ninguna parte de nuestro cuerpo, pues todo en conjunto hace que funcione a perfección.

Es hora de levantarnos como personas humildes que veamos a los demás como a mayores que nosotros, sin sentirnos menospreciados o insignificantes, es momento de dar al cesar lo que es del cesar y a Dios lo que es de Dios.

No hagas acepción de personas, porque lo que siembras cosecharas.

Autor: Enrique Monterroza